Con impulso interno, independientemente de si existen recompensas y tentaciones externas, una persona puede mantener un alto grado de entusiasmo, participar activamente en lo que quiere hacer y no se rendirá fácilmente. Ésta es una poderosa fuerza interior.
Los niños que dependen de la fuerza impulsora externa pueden ser excelentes por un tiempo, pero cuando un día la fuerza impulsora externa es insuficiente o desaparece, el niño se sentirá perdido, perderá el rumbo o incluso se estancará.
Por lo tanto, en el proceso de educar a los niños, los padres deben prestar atención a proteger el impulso interno de sus hijos y evitar las siguientes tres prácticas que destruyen el impulso interno de sus hijos.
01 Falta de límites, excesiva implicación y control.
El neuropsicólogo clínico Dr. William Stix Rudd y Ned Johnson, experto en interacción entre padres e hijos y educación para el manejo de la ansiedad, en el libro "Self-Driven Growth" A afirma:
Si los padres Si quieren cultivar el autocontrol de sus hijos y estimular su motivación interna, deben considerarse "consultores" de sus hijos en lugar de "jefes o administradores" de sus hijos.
Solo cuando los padres no se involucran demasiado y hacen que sus hijos se den cuenta de que el aprendizaje es asunto suyo, podrán realmente asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje y volverse más independientes y conscientes.
Por lo tanto, los padres deben comprender los límites y comprender profundamente que sus hijos y ellos mismos son individuos independientes. Los niños deben hacer sus propias cosas y aprender a asumir responsabilidades desde una edad temprana.
En términos de aprendizaje, no interfiera ni controle demasiado, y dé a sus hijos la libertad adecuada para manejarse por sí mismos; cuando encuentren problemas, anímelos a pensar por sí mismos y encontrar la alegría de aprender.
02 Uso inadecuado de la fuente de alimentación externa
Dos psicólogos de Stanford y la Universidad de Michigan realizaron un famoso "experimento de pintura":
A mí me gustaba pintar Los niños que dibujan tomarán la iniciativa de dibujar después de la escuela sin ninguna intervención.
Pero si el mecanismo de recompensa se configura deliberadamente, estos niños se dividen en el "grupo de recompensa" y el "grupo sin recompensa", y 16,7 elige pintar y el "grupo sin recompensa". Sólo sacaron 8,6 niños del "grupo de recompensa".
Los niños inicialmente están interesados, pero después de la introducción de recompensas, su motivación se reduce considerablemente.
Los incentivos materiales se pueden utilizar adecuadamente, pero es importante hacer que el niño sienta que sus padres le compran cosas porque le quieren y le animan, en lugar de utilizar la recompensa como moneda de cambio para conseguir el siguiente objetivo. meta.
Si realmente quieres que tus hijos hagan algo de forma voluntaria y persistente, lo principal es guiarlos para que exploren la diversión y sientan una sensación de logro y confianza en el proceso, en lugar de depender siempre de fuerzas externas. los están presionando demasiado.
03 Las emociones negativas afectan a los niños
A muchos padres les resulta complicado mantener la estabilidad emocional durante los estudios de sus hijos. Cuando veo que las calificaciones de mi hijo no son tan buenas como las de los demás o que no aprobó el examen, inmediatamente pienso en los malos resultados y me pongo ansioso y ansioso, suspiro y me veo triste o pierdo los estribos con mi hijo.
Como padres, lo que afecta a nuestras emociones no es el comportamiento de nuestros hijos, sino nuestra evaluación y percepción del comportamiento de nuestros hijos. Deberíamos aprender a responsabilizarnos de nuestras emociones.
En el proceso de educar a sus hijos, los padres deben ajustar su mentalidad y su forma de ver los problemas, mantener sus emociones estables y pacíficas y dejar que sus hijos sientan que usted confía en ellos y cree que pueden hacerlo. .
Los padres transmiten emociones positivas y optimistas a sus hijos, lo que favorece más su crecimiento y progreso.
En un ambiente relajado, feliz y estable, los niños pueden concentrarse en lo que están haciendo y desarrollar su propio impulso interno.