China y Japón son ambos países asiáticos, con convenientes intercambios culturales y grandes similitudes culturales. La cultura del té en China se originó antes y se extendió en diversos grados en varias dinastías, especialmente después de la dinastía Tang, cuando los japoneses entraron en contacto con el té por primera vez. En ese momento, la dinastía Tang era una era de cultura muy próspera. En aquel momento, China tuvo un impacto significativo no sólo en Japón, sino también en la integración cultural del mundo entero.
Cuanto más nuevo sea el té nuevo, mejor. Beber de forma inadecuada puede dañar fácilmente el estómago. Debido a que el té nuevo acaba de ser recogido y almacenado por un corto tiempo, contiene más polifenoles, aldehídos y alcoholes no oxidados, lo que tiene poco impacto en las personas sanas. Sin embargo, para los pacientes con función gastrointestinal deficiente, especialmente aquellos con inflamación gastrointestinal crónica, estas sustancias irritarán la mucosa gastrointestinal y las personas con función gastrointestinal deficiente tienen más probabilidades de inducir enfermedades gástricas. Por lo tanto, no debe beber demasiado té nuevo, ni beber té nuevo que haya estado almacenado durante menos de medio mes.