En segundo lugar, sal de tu zona de confort. Las condiciones de vida de la mayoría de las personas se dividen en zonas de confort, zonas de aprendizaje y zonas de desafío. Ahora que ha llegado a su zona de confort, necesita saltar a la zona de aprendizaje y hacer algo difícil pero que esté dentro de sus capacidades.
En tercer lugar, y más importante, reconstruir la confianza en uno mismo. Como seres humanos, no tenemos más remedio que desempeñar bien este papel. Cuando tienes veintitantos años, la influencia familiar no es tan importante. Depende de tu propia capacidad para vivir bien. Así que vamos, siempre hay una puerta abierta para ti.