Además, debido a la pequeña superficie terrestre y la concentración de población de Japón, la densidad de población es de 2874 personas/kilómetro cuadrado, que es dos o tres veces la de Europa occidental, 20 veces la de los Estados Unidos y 26 veces más que en Rusia. La contaminación tiene un impacto negativo en la salud física y mental de los residentes. Los daños también se manifiestan en formas sin precedentes.
En Japón, además de los residentes urbanos, las víctimas de los peligros públicos son en su mayoría agricultores, pescadores y otros grupos de bajos ingresos. Por lo tanto, la cuestión de las molestias públicas está estrechamente relacionada con cuestiones sociales como la brecha entre ricos y pobres, y se ha vuelto más notoria.