1. Luz
El musgo tiene una demanda de luz muy baja. Si mantiene el musgo en el interior para su mantenimiento, solo necesita dejarlo expuesto a la luz solar débil unas cuantas veces. cada 4-5 días son suficientes. Si el musgo se planta en un bonsái, la planta en maceta se puede trasladar a un lugar con suficiente luz dispersa para su mantenimiento.
2. Temperatura
Al musgo le gusta el calor y tiene miedo de congelarse. Sin embargo, si la temperatura de mantenimiento supera los 30°C en verano, el crecimiento del musgo también se ralentizará y el musgo. Teme la luz intensa, por lo que en verano es necesario protegerla adecuadamente. Mueva las plantas en macetas al interior para su mantenimiento en invierno para garantizar que la temperatura no sea inferior a 10 °C y que el musgo pueda seguir creciendo.
3. Riego
Al regar el musgo, preste atención a controlar la cantidad de agua. Al musgo le gusta la humedad, pero le gusta un ambiente con alta humedad del aire, no su propia humedad. El musgo cultivado en bonsái no se debe regar con demasiada frecuencia. Puedes rociar agua sobre el musgo de 2 a 4 veces al día para hidratarlo.
4. Fertilización
El musgo tiene una demanda muy baja de fertilizante y agua. Si en el bonsái sólo se cultiva musgo, no es necesario aplicar ningún fertilizante ni agua. Si el musgo cultivado en el bonsái se utiliza como pavimento para plantar otras plantas, se debe diluir la concentración de fertilizante y agua a un nivel muy bajo al fertilizar.
5. Atención
Al cultivar musgo doméstico, se debe prestar atención al entorno de mantenimiento y a la ventilación, y el entorno con viento débil es el mejor. Si el musgo se vuelve amarillo porque el ambiente de mantenimiento es demasiado seco, puedes buscar una lámina de plástico para cubrir el musgo. El musgo amarillo volverá a su estado verde en medio mes.