Lo que dejamos atrás es nuestra huella en este mundo.

En el largo río de la historia, todos somos existencias insignificantes. Sin embargo, son estas pequeñas existencias las que construyen conjuntamente el progreso y la fuerza de la sociedad humana. Para que las generaciones futuras sigan navegando por este río, debemos dejarles las cosas más preciadas: conocimientos, habilidades e ideas.

Educación familiar

En una familia cálida, los niños ríen y prosperan. Para que estos niños puedan vivir una vida mejor que la de nuestra generación en el futuro, necesitamos acumular algo de riqueza para ellos y heredar la excelente educación cultural de sus familias.

Rol social

En el gran escenario de la sociedad, todos somos actores y desempeñamos nuestros propios roles. Para afianzarnos en este escenario y hacer que nuestras vidas estén llenas de valor y significado, necesitamos dominar las habilidades de supervivencia, entender cómo hacer las cosas y seguir las leyes de la sociedad.

Propiedad personal

Cada uno tiene una idea diferente de qué dejar atrás. Desde mi perspectiva, creo que antes de dejar este mundo, deberíamos pensar seriamente en lo que podemos dejar atrás. No se trata sólo de la actitud de una persona al hacer las cosas, sino también de sus bienes heredados: bienes inmuebles, libros, artículos de reflexión y un resumen de habilidades personales.

Dejar un impacto duradero

Si pudiera predecir que me iría pronto, intentaría preparar más cosas para quedarme. Porque en esta corta vida todos somos transeúntes, dejando nuestra huella en este mundo.