1. La causa de la influenza
La influenza es una enfermedad infecciosa respiratoria causada por el virus de la influenza y su patógeno es el virus de la influenza. Los virus de la influenza pertenecen a la familia Orthomyxoviridae y existen cuatro tipos conocidos: A, B, C y D. La influenza A y B son los virus de la influenza más comunes.
Los virus de la influenza A se pueden dividir en diferentes subtipos, según los tipos de dos glicoproteínas de superficie (hemaglutinina y neuraminidasa), denominadas respectivamente isoforma H (hemaglutinina) y N (neuraminidasa). Actualmente existen 18 subtipos H y 11 subtipos N, y su combinación forma diferentes subtipos de virus.
Solo existe un subtipo de virus de la influenza B. A diferencia del virus de la influenza A, no tiene subtipos.
Los virus de la gripe son muy variables y propensos a mutaciones genéticas y reordenamientos genéticos, lo que da lugar a diferentes subtipos e incluso a nuevos virus de la gripe. Ésta es una de las razones por las que las vacunas deben actualizarse cada año.
Los virus de la influenza se transmiten a través del aire y por contacto cercano, y su infección se basa principalmente en las células epiteliales respiratorias. Una vez que ingresan al cuerpo, los virus de la influenza comienzan a replicarse dentro de las células epiteliales, lo que provoca inflamación del tracto respiratorio superior y neumonía viral. Los virus de la influenza son de corta duración y generalmente se resuelven por sí solos en una semana. Sin embargo, en personas mayores, con sistemas inmunológicos debilitados o con otras afecciones médicas, el virus de la gripe puede causar complicaciones graves, como neumonía y enfermedades cardíacas.
En segundo lugar, la gente común puede adoptar los siguientes métodos científicos para prevenir y responder a la gripe porcina:
1. La vacunación con la vacuna contra la gripe porcina es una de las formas más efectivas de prevenirla. gripe porcina.
Momento de vacunación: La vacuna contra la influenza A generalmente se administra antes del período pico de la influenza para ejercer completamente su efecto protector. La temporada alta de influenza suele ser en invierno, por lo que es más apropiado vacunarse en otoño. Sin embargo, si pasa este tiempo, aún puede vacunarse durante la temporada de gripe;
Objetivos: la vacuna contra la influenza A es adecuada para personas de 2 años o más, pero algunos países y regiones pueden tener regulaciones diferentes. Para algunos grupos de alto riesgo, como mujeres embarazadas, ancianos y pacientes con enfermedades crónicas, la vacunación es más importante;
Tipo de vacunación: la vacuna contra la influenza A se puede dividir en dos tipos: vacuna contra el virus de la influenza inactivado y vacuna de virus vivos. La vacuna contra el virus de la influenza inactivado está hecha de virus muertos y no puede replicarse ni infectar el cuerpo humano, por lo que no se infectará con la influenza después de la vacunación. Las vacunas de virus vivos se elaboran a partir de virus atenuados. La posibilidad de contraer influenza después de la vacunación es extremadamente pequeña, pero los síntomas después de la vacunación son leves y se puede obtener protección inmunológica.
2. Prestar atención a la higiene personal: lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con nariz, boca, ojos y otras partes susceptibles de infección por el virus. Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable o con el codo.
A continuación se muestran algunas formas de mantener la higiene de las manos:
Lávese las manos con frecuencia: lavarse las manos con frecuencia puede reducir la cantidad de bacterias y virus en las manos. Se recomienda lavarse las manos rápidamente después de tocar objetos, entrar en contacto con otras personas o estornudar o toser en lugares públicos. Debes lavarte las manos con jabón y agua corriente durante unos 20 segundos, luego secarlas con una toalla limpia.
Usa desinfectante para manos o desinfectante para manos: Puedes utilizar desinfectante para manos o desinfectante para manos a base de alcohol para la limpieza. Estos productos se pueden utilizar en casa, en la oficina o mientras viaja.
Evite el contacto con nariz, boca, ojos y otras partes susceptibles a la infección por virus: Si debe tocar estas partes, lávese las manos previamente o utilice desinfectante de manos libres.
Usa pañuelos desechables: Al toser o estornudar, cúbrete la boca y la nariz con un pañuelo o con el codo. Evita taparte la boca y la nariz directamente con las manos. Al mismo tiempo, el uso de pañuelos desechables puede reducir la propagación de virus y bacterias.
Mantenlo limpio: Limpia con frecuencia superficies en oficinas, hogares y lugares públicos, como manijas de puertas, mesas, botones de ascensores, botes de basura, etc. , reduce el crecimiento de bacterias y virus.
3. Fortalecer el ejercicio y mantener un estilo de vida saludable: mejorar la inmunidad y mejorar la capacidad de resistir enfermedades mediante ejercicio adecuado, sueño adecuado, dieta saludable y reducción del estrés.
Los siguientes son algunos ejercicios recomendados y buenos estilos de vida:
Ejercicio aeróbico: El ejercicio aeróbico puede potenciar la función cardiopulmonar y mejorar la inmunidad.
El ejercicio aeróbico recomendado incluye caminar a paso ligero, correr, nadar, bailar y andar en bicicleta.
Entrenamiento físico: Un entrenamiento físico adecuado puede mejorar la fuerza y la resistencia muscular, mejorar la postura y ayudar a reducir el estrés. Puedes elegir entrenamiento con equipos, entrenamiento con pesas corporales, yoga, etc.
Caminar: Caminar es una forma sencilla y fácil de hacer ejercicio. Podrás respirar aire fresco al aire libre, relajar cuerpo y mente y mejorar la función metabólica de tu cuerpo.
Dieta equilibrada: Una dieta equilibrada es uno de los estilos de vida saludables. Se recomienda comer más alimentos ricos en fibra, como verduras, frutas y cereales integrales, y reducir la ingesta de alimentos ricos en azúcar y grasas.
Sueño adecuado: El sueño es muy importante para la salud y la recuperación inmune. Los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas cada noche.
Gestionar el estrés: Estar en un estado de estrés y ansiedad a largo plazo afectará la función del sistema inmunológico, por lo que debes aprender a gestionar tu estrés. Puedes probar la meditación, la respiración profunda, escuchar música y realizar actividades de ocio.
Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol: El tabaco y el alcohol son muy perjudiciales para el organismo. Fumar y el consumo excesivo de alcohol reducen la inmunidad y aumentan el riesgo de infección.
4. Evite el contacto con fuentes de virus: Trate de evitar acudir a lugares concurridos, especialmente durante la temporada de gripe. Si entra en contacto con alguien que tiene el virus, lávese las manos inmediatamente y use una mascarilla.
5. Si tiene síntomas, debe buscar tratamiento médico inmediatamente: Si tiene síntomas de gripe, como fiebre, tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, fatiga, etc., busque tratamiento médico lo antes posible. posible y siga las instrucciones del médico para el tratamiento. Al mismo tiempo, tenga cuidado para evitar la propagación del virus, evite el contacto con otras personas y use mascarilla.
Los síntomas de la gripe son similares a los del resfriado común, pero suelen ser más graves. Estos son los síntomas comunes de la gripe:
Fiebre: la gripe es una infección viral aguda. Los pacientes suelen presentar síntomas de fiebre y la temperatura corporal puede alcanzar más de 38°C.
Tos y dolor de garganta: La gripe suele ir acompañada de síntomas respiratorios como tos seca y dolor de garganta.
Dolor de cabeza y dolores musculares: El virus de la gripe puede provocar malestar general, dolor de cabeza, dolores musculares y otros síntomas, y los pacientes suelen sentirse muy débiles y cansados.
Picazón de garganta, estornudos y secreción nasal: Los virus de la influenza pueden irritar la mucosa del tracto respiratorio superior, provocando picazón de garganta, estornudos y secreción nasal.
Náuseas, vómitos y diarrea: En algunos casos, la gripe también puede ir acompañada de síntomas digestivos como náuseas, vómitos y diarrea.
Los anteriores son algunos métodos científicos para que la gente común pueda lidiar con la gripe porcina. ¡Espero que le sean útiles!