2. Rocíelos con agua: Cuando estén desesperados, puedes llenar una botella con agua y rociarla en su cara cuando muerdan. A los gatos no les gusta el agua y pueden estremecerse y soltarse cuando se les rocía agua.
3. Castígalos: Después de que vuelvan a morder, castígalos para que no coman, o enciérralos en una habitación pequeña cuando tengan hambre, y luego libéralos cuando estén blandos, para que sepan lo que hacen. están haciendo. Mal, no me atreveré a hacerlo la próxima vez.
4. Reduce el número de veces que los tocas con las manos: Cuando los provoques, puedes utilizar un palo provocador para gatos en lugar de las manos, para que no lastimen a las personas accidentalmente. Es mejor mantener las uñas cortas para evitar lesiones.