Calienta los corazones de los niños con amor
La premisa de la educación es el amor. Debemos calentar como la luz del sol a los niños abandonados y transformarlos con tolerancia y comprensión. El amor verdadero puede tocar el corazón de un niño e inspirar su potencial para el bien.
La sabiduría guía el comportamiento de los niños.
Cada niño abandonado tiene su propio punto brillante. Como docentes, debemos observar y capturar cuidadosamente estos aspectos destacados y guiarlos para que reconozcan sus propias fortalezas. Cuando sus compañeros y profesores los alienten y afirmen, estarán más motivados para cambiar sus malos hábitos y participar activamente en el aprendizaje.