Características paisajísticas del casco histórico de la ciudad portuaria de Valparaíso

En el casco antiguo de Valparaíso casi no hay terreno plano y las montañas están directamente conectadas con el mar. Los edificios de la ciudad de Wa deben construirse contra las montañas. Debido a que la colina es tan empinada, el techo de casi todas las casas es igual a los cimientos de sus vecinos. En este pueblo vivió durante muchos años el famoso poeta chileno Neruda. Su antigua residencia tiene cinco plantas, pero cada planta está conectada directamente al suelo. No son edificios de una sola planta ni bungalows de una sola planta, sino cinco casas conectadas entre sí a lo largo del terreno en un ángulo recto de 45°. Mirando hacia la ciudad desde el muelle del puerto, se puede ver que todas las casas están distribuidas desde el punto más bajo de la orilla del mar, una a una, a lo largo de la ladera. Neruda escribió una vez en su poema que Valparaíso es "una ciudad que se hunde en el cielo". Debido al terreno empinado de la ciudad de Wa, en 1919 comenzó a desarrollarse un sistema de transporte público único, el teleférico.

Durante mucho tiempo, los residentes han vivido cuesta arriba y trabajado cuesta abajo. El flujo de toda la ciudad es vertical, y el teleférico es la arteria principal del flujo vertical. Hoy en día, muchas familias tienen coche. Aunque el camino de montaña es empinado, a la gente siempre le gusta conducir a casa. Con menos pasajeros y menos ingresos operativos, los teleféricos corren peligro de desaparecer. Con el desarrollo de la tecnología y la economía, los automóviles se han vuelto cada vez más populares, al igual que la apertura del Canal de Panamá, que una vez más puso a prueba a la ciudad de Wa.

Otra característica de Wa City es su colorido despliegue. La mayoría de las casas aquí no son casas de gente rica, sino casas comunes y corrientes de pescadores y trabajadores portuarios. Curiosamente, cada hogar pinta sus techos y paredes de varios colores, rojo, naranja, amarillo y verde. La gente aquí tiene la afición de pintar sus casas con colores brillantes. En primer lugar, los barcos que en el pasado pasaban por el Puerto de Valparaíso tenían que cargarse, descargarse, reabastecerse o repararse aquí y, a menudo, necesitaban pintura nueva. Las personas que trabajaban en los muelles se llevaban la pintura sobrante a casa para embellecer sus hogares.