2. Interacción interpersonal
Todos esperamos que los demás puedan reconocer nuestro propio valor, y también esperamos que los demás puedan aceptarnos y agradarles. Para ello, tendemos a prestar más atención a la autoexpresión en las interacciones sociales, atrayendo la atención de los demás y esperando que los demás nos acepten primero.
La base de las relaciones interpersonales es la atención y el apoyo mutuo entre las personas. Nadie nos aceptará ni le agradará sin motivo alguno. Los gustos, aversiones, cercanía y distancia en la comunicación interpersonal son todos mutuos. Nos gustan las personas cercanas a nosotros y nos gustan las personas distantes de nosotros, y nos distanciaremos de ellas.
En el establecimiento y mantenimiento de relaciones interpersonales, primero debemos prestar atención a los principios de la comunicación interpersonal y, en primer lugar, debemos aceptar y agradar a los demás. Recuerde una frase: Quienes aman a los demás siempre amarán a los demás; quienes respetan a los demás siempre respetarán a los demás.
3. Haz que los demás sientan que vale la pena asociarse contigo.
Es la naturaleza de intercambio social de la comunicación la que requiere que prestemos atención a la comunicación interpersonal y hacer que los demás sientan que vale la pena interactuar con nosotros. No importa cuán cercana sea la relación, debemos prestar atención a la inversión en los aspectos materiales y emocionales, de lo contrario, la relación cercana original se convertirá en una relación alienada, lo que nos hará enfrentar dificultades en la comunicación interpersonal.
Mientras invertimos activamente, también debemos tener cuidado de no apresurarnos a obtener rentabilidad. En la vida real, sólo unas pocas personas preguntan por dar y no por devolver. Cuando la mayoría de las personas pagan pero no obtienen el rendimiento esperado, se sienten engañadas.
Asumir una pérdida es una forma sabia y positiva de comunicarse. En esta forma de comunicación, las ganancias de las pérdidas superan con creces las pérdidas sufridas. Hay dos razones para esto:
Por un lado, estar perdido en las relaciones interpersonales puede hacerte sentir generoso, generoso, abnegado, sentimental, servicial, etc.
Por otro lado, no hay almuerzo gratis. Perder nos gana el respeto de los demás, lo que a su vez aumenta nuestra autoestima y confianza. Y quienes gustan de aprovecharse pierden la dignidad y la confianza en sí mismos cada vez que se aprovechan de los demás. Si las cosas siguen así, no podrán afianzarse en la comunicación interpersonal.
Si bien no tienes miedo de sufrir pérdidas, también debes tener cuidado de no pagar demasiado. Esforzarse demasiado traerá mucha presión psicológica a la otra parte, hará que la gente se sienta cansada y provocará un desequilibrio en el equilibrio psicológico.
4. Mantener la autoestima de los demás
Todo el mundo tiene una tendencia evidente a mantener su sentido de autoestima en el proceso de comunicación interpersonal.
La afirmación de los demás aumentará el sentido de autoestima de una persona, mientras que la negación de los demás amenazará directamente el sentido de autoestima de una persona. Por lo tanto, las personas son particularmente sensibles a la información negativa del mundo interpersonal, y la negación de los demás amenazará directamente el sentido de autoestima de las personas. Por tanto, las personas son especialmente sensibles a la información negativa del mundo interpersonal. La negación de los demás despertará una fuerte tendencia a proteger la autoestima, que se manifiesta como evitar a los demás o negarse a uno mismo para mantener la autoestima.
Cuando interactuamos con los demás, debemos apoyar activamente su sentido de autoestima.
5. Hacer que los demás sientan que tienen el control de la situación
Las personas siempre tienen que adaptarse a nuevos entornos. Ser capaz de tomar el control de una situación puede provocar una intensa ansiedad en el cuerpo, un estado de autodefensa intensificada y una tendencia a evitar este tipo de situaciones.
En el proceso de comunicación interpersonal, si queremos que los demás nos acepten desde el fondo de su corazón, debemos asegurarnos de que los demás puedan lograr el autocontrol de la situación cuando se lleven bien con nosotros. En otras palabras, dejar que los demás se comuniquen con nosotros en un ambiente de igualdad y libertad.