Este argumento se basa en el hecho de que los perros que ladran por la noche deben poder ver cosas que los humanos no pueden ver, pero los perros pueden salirse con la suya. La clave es que los perros tienen el poder de disuadir el mal.
Dado que se dice que los perros tienen la capacidad de exorcizar fantasmas y ahuyentar a los espíritus malignos, cuando la gente mata perros, alguien les pedirá los dientes de perro y los usará como collares para ahuyentar a los espíritus malignos.
Además, la sangre de perro también se utiliza para ahuyentar a los malos espíritus. Hay registros en la historia de derramar sangre sobre enemigos atacantes.
Pero según la leyenda, los dientes de perro no pueden derrotar a todos los fantasmas. Se dice que son eficaces contra los fantasmas comunes. La fuerza tiene poco efecto sobre los espíritus malignos.