La ingesta diaria de fruta del gato debe controlarse estrictamente y no se le puede permitir comer a voluntad, de lo contrario provocará daños en el tracto gastrointestinal. Los gatos deben comprender el momento de comer fruta. Los gatos no deben comer fruta con el estómago vacío, ya que esto puede provocar molestias gastrointestinales. Eso sí, no puedes dejar que coman fruta mientras la comen, ya que esto también les provocará molestias gastrointestinales.
Lo mejor es dejar que los gatos coman primero, y luego dejar que coman la fruta al cabo de unos minutos. Para los gatos con intestinos y estómago débiles, es mejor no comer frutas, de lo contrario les provocará diarrea fácilmente. Si tu gato vomita después de comer una determinada fruta, no dejes que la siga comiendo, porque es posible que el estómago no tolere la fruta.
¿A qué debes prestar atención a la hora de alimentar a los gatos?
La alimentación debe realizarse de forma regular y cuantitativa para evitar que los gatos coman en exceso. Una dieta inadecuada puede provocar indigestión como vómitos. Los gatos adultos generalmente se alimentan de 1 a 2 veces al día. Los gatitos en crecimiento y las gatas lactantes pueden aumentar la cantidad de tomas de manera adecuada, pero no las alimente en ningún momento.
Se debe fijar el lugar de alimentación y los utensilios. A los gatos les gusta comer en un ambiente limpio y tranquilo y son sensibles a los cambios en los utensilios de comida. A veces se niegan a comer debido a perturbaciones ambientales o al cambio de utensilios de comida.
La comida cruda y fría afectará el apetito del gato y provocará fácilmente trastornos digestivos. En general, la temperatura de alimentación es de 25 a 40°C. El alimento sacado del refrigerador debe calentarse antes de alimentarlo. Aunque los gatos no beben mucha agua, aun así necesitan preparar suficiente agua limpia. El bebedero se puede colocar al lado del plato de comida para que puedan beber libremente cuando tengan sed.