En comparación con el actual COVID-19 y el SARS de años anteriores, ¿quién es más fuerte y quién más débil?

Ahora, tanto el COVID-19 como el niño de tres años conocen el SARS, y muchos lugares están conectados a través de * * *. Son altamente contagiosos y difíciles de prevenir. Pero la diferencia es que el actual COVID-19 es más contagioso y tiene una mayor capacidad de mutación.

Cuando apareció el SARS en 2003, también era una enfermedad infecciosa y tuvo un gran impacto social. Sin embargo, la información médica no era tan abundante en ese momento y la capacidad de investigación médica de la gente no era tan fuerte. En ese momento, si surge el COVID-19, definitivamente tendrá un impacto devastador. Sin embargo, el SARS en ese momento no era tan aterrador como se imaginaba, aunque era contagioso, porque el nuevo coronavirus puede propagar el virus a través de las heces de pacientes confirmados, pero el SARS en ese momento no podía hacerlo. Entonces, aunque el SARS era muy grave en ese momento, desapareció poco a poco. En ese momento, en realidad no existía ningún medicamento eficaz.

El COVID-19 es más contagioso ahora, pero al mismo tiempo, las personas están en mejores condiciones de afrontar el riesgo. Tenemos muchas maneras de ayudar a los investigadores a desarrollar rápidamente medicamentos para hacer frente a la COVID-19, porque en teoría, se necesitan al menos cinco años para desarrollar una vacuna, pero desde la aparición de la COVID-19 hasta ahora, la investigación de vacunas solo ha tardado un poco. más de un año. Debido a que nuestra tecnología avanza instantáneamente, es imposible alcanzar el nivel de hace 10 y 20 años. Ahora tenemos formas de abordar las enfermedades infecciosas.

Se dice que se ha desarrollado un papel que es 10.000 veces más eficaz que el COVID-19, por lo que esto realmente se pondrá en producción de primera línea cuando los ensayos clínicos realmente se comercialicen. , se espera que el virus sea eliminado. Por lo tanto, en los últimos dos años, nuestra capacidad para responder a las enfermedades infecciosas ha mejorado mucho, no sólo en términos de suministros, sino también en términos de promover las capacidades de investigación médica y también de prestar atención a las enfermedades infecciosas repentinas. Sólo porque sucedió esta vez no significa que no volverá a suceder en el futuro. Se vuelve mucho más fácil lidiar con la experiencia.