En la antigua Grecia, la gente creía en Artemisa, la diosa de la luna. En la celebración anual de su cumpleaños, la gente siempre coloca pasteles de miel y muchas velas encendidas en el altar para formar una atmósfera sagrada y mostrar su especial respeto por la Diosa de la Luna. Posteriormente, debido a su amor por los niños, a los antiguos griegos siempre les gustaba poner pasteles y otras cosas en la mesa cuando celebraban los cumpleaños de sus hijos, y ponerles muchas velas pequeñas.
Antes, cuando un pastelero hacía una tarta, siempre ponía dentro un botón o una moneda, por lo que no hace falta decir que la persona que conseguía la tarta con esto tenía mucha suerte. Soplar velas también es una parte auspiciosa de una fiesta de cumpleaños. Posteriormente se convirtió en una divertida actividad de soplar velas en fiestas de cumpleaños o banquetes para niños, adultos e incluso personas mayores.