Prosa de hojas de batata

Literatura/poesía sobre amor maternal

La luz amarilla es un poco tenue, como una voluta de viento residual.

La araña del alero sostiene un hilo blanco y teje la felicidad de la vida.

Afuera está oscuro y poco a poco se acerca la luz.

Todo el mundo estaba en completo silencio, salvo algunos ladridos bajos de perros, pausadamente.

Un manojo de enredaderas de boniato, dos cestos de ropa sucia, un par de rodillas de madre.

"¿Has cerrado la celosía de la ventana? Puede que llueva mucho esta noche."

"Una persona tan grande, todavía durmiendo boca abajo, espera, hay una colcha aquí, en la televisión Dijo que haría frío esta noche."

Estas palabras me despertaron muchas veces en mi sueño, y las campanillas de viento estaban colgadas frente a la ventana.

En silencio, mirando la luna nueva en el cielo, como la brisa besando las olas del trigo.

Las manos de mamá todavía tocan las hojas de boniato.

Suavemente, por miedo a ahuyentar nuestros sueños.

"Mamá, quiero volver a la escuela".

"¿De verdad es tan buena Guangzhou? ¿No podemos simplemente comer en casa unos días más?"

Ella es profunda. Había algo vagamente parpadeando en sus ojos.

Puedo leerlo.

No importa cuántas razones tuve para salir de casa, fui devorado profundamente.

"Mamá, no lo regales. El camino está resbaladizo en los días de lluvia."

"Está bien, está bien, no lo regalaré. Ten cuidado cuando toma el autobús. Recuerda regresar a la escuela cuando llegues allí." Teléfono."

El camino fangoso se extiende silenciosamente bajo tus pies.

Las lágrimas nublaron mis ojos y cuando miré hacia atrás, la figura de pie de mi madre también estaba borrosa.

Una gota de sangre cálida cayó sobre el lago de mi corazón, tiñendo de rojo mi ideal.

¿Estás acostumbrada a vivir al aire libre y comer bien?

Mi madre me lo ha preguntado mil veces, pero no ha desaparecido.

Como miles de kilómetros de nieve.

Un árbol espera junto al tranquilo río.

En la vida de una madre

Los niños siempre son muy pequeños.