En un frío invierno, un cazador salió a cazar con un perro de caza. El cazador le disparó a un conejo en la pierna derecha. El conejo herido corrió desesperadamente y el perro de caza lo persiguió.
Mientras corría, de repente descubrí que la brecha entre el perro de caza y el conejo se hacía cada vez más amplia. El perro de caza sintió que no había posibilidad de alcanzar al conejo y regresó al lugar. cazador abatido. El cazador dijo enojado: "¿Por qué eres tan estúpido? No puedes atrapar al conejo aunque esté herido". El perro de caza no estaba convencido y dijo con astucia: "He hecho lo mejor que he podido, pero no hay nada que pueda hacer. Ese conejo es demasiado astuto".
El conejo arrastró su pierna herida y escapó con éxito. Sus hermanos se sorprendieron de que pudiera escapar a pesar de que estaba herido. El conejo dijo: "Ese perro de caza es realmente poderoso. Mi pierna estaba herida, pero el. "La situación actual es que el perro de caza hizo lo mejor que pudo". Porque, y yo hice lo mejor que pude, si él no podía alcanzarme, lo máximo que recibiría era una reprimenda. Si no hacía lo mejor que podía, entonces mi la vida se habría ido."
No hagas lo mejor que puedas al hacer las cosas y te detengas al final; debes esforzarte al máximo y luchar contra las adversidades.
La inspiración de la historia es: todos tenemos un gran potencial. Como han señalado los psicólogos, el potencial de una persona promedio sólo se ha desarrollado entre un 2% y un 8%, y un gran científico como Einstein sólo ha desarrollado alrededor del 12%.
Si una persona desarrolla el 50% de su potencial, puede recitar 400 libros de texto, completar cursos de más de una docena de universidades y dominar los idiomas de más de 20 países diferentes. Esto significa que el 90% de nuestro potencial sigue latente.
Si quieres crear un milagro, no basta con hacer lo mejor que puedas; debes hacerlo lo mejor que puedas.