Cada niño tiene sus propios intereses y pasatiempos únicos. Como padres, debemos respetar la naturaleza de nuestros hijos y dejarles desarrollarse libremente. La educación familiar judía es un buen ejemplo para nosotros. Descubramos y cultivemos el potencial de los niños desde el principio, para que cada niño pueda convertirse en un genio deslumbrante.
Anima a los niños a hacer preguntas y pensar de forma independiente.
Animar a los niños a pensar de forma independiente es la clave para cultivar su sabiduría. En la educación familiar judía, los padres alentarán a sus hijos a desafiar el pensamiento tradicional, buscar diversas respuestas y cultivar el espíritu innovador de sus hijos. Aprendamos de este método educativo para estimular la curiosidad de los niños y cultivarlos para que se conviertan en futuros líderes con capacidad de pensamiento independiente.
Presta atención al concepto de tiempo
Apreciar el tiempo es uno de los valores importantes de la nación judía. Saben que el tiempo es precioso y no lo desperdiciarán fácilmente. Los judíos cultivan el concepto exacto del tiempo en los niños desde una edad temprana y les hacen comprender el valor del tiempo. Aprendamos de los judíos y cultivemos el buen hábito de valorar el tiempo en nuestros hijos desde una edad temprana.
Enseña a tus hijos a diezmar.
La devoción es una de las enseñanzas más importantes de la cultura judía, que enseña a los niños a temer y agradecer a Dios. Las familias judías enseñan a sus hijos desde pequeños a adherirse a esta tradición y a no utilizar la parte que pertenece a Dios bajo ninguna circunstancia. Esta actitud piadosa enseña a los niños un espíritu de gratitud y generosidad. Aprendamos de la sabiduría judía, enseñemos a nuestros hijos a diezmar y capacítelos para que se conviertan en personas solidarias que sepan ser agradecidas y dedicadas.
Insistir en recitar los clásicos
La importancia que los judíos conceden a los clásicos es mundialmente famosa. En las familias judías, cuando un niño se vuelve un poco sensato, la madre celebra una ceremonia de "besar un libro dulce" para el niño, para que tenga una buena impresión de los libros desde una edad temprana. Este tipo de educación brinda a los niños un amor por la lectura y el aprendizaje que durará toda la vida. Aprendamos de los judíos, cultivemos la reverencia de los niños por los clásicos desde una edad temprana y dejémosles prosperar en el océano del conocimiento.