Tóxico.
El sulfato de zinc heptahidrato es una sustancia química que generalmente es un polvo cristalino de color blanco. Es moderadamente irritante para los ojos y no irritante para la piel. El uso incorrecto puede provocar náuseas, vómitos y otros fenómenos.
No entre en contacto directo al utilizar sulfato de zinc heptahidratado. Al almacenarlo, debe operarse de manera hermética y parcialmente ventilado para evitar que se libere polvo al aire del taller.