El templo de Baipu tiene una historia de más de 900 años. A lo largo de los años, el Templo de la Cascada Blanca también ha experimentado muchos daños y destrucción. El Templo Baipu que vemos ahora no es exactamente el Templo Baipu anterior. Ha pasado por numerosas renovaciones hasta convertirse en lo que es ahora.
Muchas personas llaman al Templo Baipu un templo del mal debido a su estilo arquitectónico único. Hay muchas estatuas de Buda que no están construidas dentro del templo, sino fuera del templo, y también hay muchas estatuas de Buda en el templo de Baipu que parecen aterradoras en su forma.
Desde una perspectiva profesional, el templo Baipu es un tipo de pagoda muy raro y precioso en China, y es una obra representativa de las pagodas de aleros densos de la dinastía Jin. La Pagoda del Templo Baipu tiene 10 metros de altura y una forma hexagonal sólida. La parte inferior es de tipo alero denso y la parte superior es de tipo tapa cuenco.
El Templo Baipu es un antiguo templo de la dinastía Liao, ubicado al pie de la montaña Jincheng en el norte de la aldea Baiyu, ciudad Yanchi, distrito Mentougou, Beijing. Actualmente es una unidad nacional de protección de reliquias culturales.
El templo de Baipu es diferente de los templos comunes. El estilo arquitectónico aquí es un poco mágico. Por ejemplo, en la cima del templo se encuentra la estatua de Guanyin con cabeza de caballo. Todo su cuerpo estaba rojo, tenía tres cabezas y ocho brazos, y su rostro parecía un poco feroz y aterrador. Por ejemplo, el niño dorado sentado entre los dragones voladores en los aleros, o el hada voladora con una falda ombligo, etc. Esto no se parece en nada a los templos tradicionales chinos. El estilo es muy atrevido y fuerte.
Las estatuas aquí no están en interiores, sino en exteriores, y a la mayoría de ellas les gusta estar construidas en el techo. Mire estas estatuas, algunas tienen formas únicas, otras son solemnes, otras son asombrosas, tienen diferentes estilos y son únicas. De hecho, el Palacio del Mal es solo una burla para todos los presentes. No hay nada extraño o malvado aquí excepto la arquitectura.