A modo de fábula para educar a los estudiantes, nos cuenta que para satisfacer sus propios intereses, las personas malas siempre hacen todo lo posible por encontrar excusas, por ridículas que sean. En un entorno donde prevalece la jungla, el razonamiento y la justicia por sí solos no son suficientes. Sólo la fuerza puede sobrevivir.
Las reglas siempre las hacen los fuertes y la historia siempre la escriben los vencedores. Lo mismo ocurre con los llamados países débiles y sin diplomacia.
A largo plazo, la justicia seguramente vencerá al mal, pero a nivel local, la fuerza es el factor clave que determina la victoria o la derrota. Estratégicamente nos adherimos a la justicia y creemos en la verdad; tácticamente nos adherimos a la estrategia y creemos en la fuerza. Además, el autor también expone de una manera maravillosa satírica la crueldad y la arrogancia de los gobernantes de aquella época.