Hablando de la Segunda Guerra Mundial, no se puede ignorar al General Patton. Pero cuando abrí el libro "La guerra del hijo de puta" con ganas de explorar a este gran guerrero, me sentí decepcionado o decepcionado. Debe ser por razones comerciales que el editor cambió el libro que debería llamarse "Las cartas del general Patton" por "La guerra del hijo de puta - Autobiografía del general Patton", lo que atrapó a aficionados a la historia militar como yo. Mirando el libro completo, aparte del título llamativo, sólo las citas famosas de Patton en el Apéndice 2 despertaron mi interés en la lectura. El extracto es el siguiente:
¡La guerra es la competición más espectacular de la humanidad! En la batalla, los fuertes ganan y los débiles perecen.
La guerra es simple, directa y despiadada, por lo que se necesita una persona sencilla y despiadada para llevarla a cabo hasta el final.
Aprecia la tradición, al igual que la emoción, y anhela el honor. Si se quitan estas tres cosas, ¿cuál es el significado de la vida?
¡Un litro de sudor puede ahorrar un galón de sangre!
No sólo hacer lo que se te pide, sino también estar dispuesto a hacer más de lo que no se te pide.
La característica más destacada de un gran hombre es su lealtad hacia sus subordinados.
Una persona que carece de confianza en sí misma nunca inspirará confianza en los demás.
Muchas personas fracasan no porque sean famosas, sino porque no lo son.
Las personas que no pueden mostrar sus verdaderos colores no pueden ser grandes.
Nunca me importó si era igual a los demás.
Los generales exitosos tienden a adaptar sus planes de batalla al entorno, en lugar de crear un entorno que se adapte a sus planes.
El mayor estudio de los seres humanos es el estudio de los propios seres humanos.
La mayor tragedia de mi vida fue sobrevivir a la última guerra. Siempre planeé morir en esa guerra. Realmente debería morir al final, ¡pero uno no puede suicidarse!
El general Patton murió en un accidente automovilístico al final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, por lo que, naturalmente, no habrá memorias. Y creo que el general Patton no escribirá un libro en sus últimos años, sino que luchará valientemente en los campos de batalla de Corea e incluso de Vietnam. El tiempo lo borra todo. Cuando la gente piensa en el general Patton, quizá sólo piense en su cita cruda y tangencial.
No existe ningún General Patton en el mundo, de lo contrario saltaría y maldeciría a "este hijo de puta" después de leer este libro.