A principios del siglo XX, había alrededor de 4.000 ciervos salvajes en el bosque Kaibab, en las Montañas Rocosas del oeste de Estados Unidos, y estaban acompañados por manadas de lobos feroces, amenazando la supervivencia de los ciervos. Para la seguridad de estos ciervos, en 1906, el presidente de los Estados Unidos decidió lanzar una operación de erradicación de lobos. En 1930, más de 6.000 lobos habían sido asesinados a tiros. El lobo ha desaparecido del bosque Kaibaber. Entonces las ciervas comenzaron a parir allí sin preocupaciones y "no planificadas", y pronto el número de ciervas aumentó a más de 100.000. Las prósperas manadas de ciervos roen todas las plantas comestibles, se comen todas las malas hierbas, destruyen los árboles del bosque y diezman a otros animales herbívoros. Esto también pone a las manadas de ciervos en una situación de hambruna y enfermedades. En 1942, el número de ciervos en el bosque de Kaibabo se redujo a 8.000 y la mayoría de ellos estaban enfermos y débiles. La otrora próspera familia de ciervos disminuyó drásticamente. Esta situación contraproducente se produjo porque los lobos fueron exterminados. Por un lado, los lobos se alimentan de algunos ciervos, lo que mantiene bajo control el número total de ciervos y les impide reproducirse hasta el punto de degradar la vegetación; por otro lado, los ciervos de los que se alimentan los lobos son en su mayoría viejos, débiles y enfermos; y discapacitados, lo que ayuda a la supervivencia de las especies de ciervos más aptas y a la herencia de la manada de ciervos. Por otro lado, los ciervos suelen escapar cuando son perseguidos por los lobos, lo que favorece el desarrollo saludable de los ciervos. Desde que los lobos desaparecieron, los ciervos no tienen depredadores naturales, los "perezosos" son débiles y la manada de ciervos ha degenerado. Para evitar las consecuencias negativas causadas por la erradicación de los lobos, el gobierno de Estados Unidos formuló en los años 1970 el programa "Introducción de lobos en las casas". Sin embargo, algunas personas se opusieron a este plan y no se implementó a tiempo. Con la mejora de la conciencia medioambiental de la población, finalmente se puso en práctica en 1995 el plan "Atraer al lobo a casa". En ese momento, el primer grupo de lobos salvajes fue transportado desde Canadá y liberado en las Montañas Rocosas, y el bosque volvió a estar lleno de vida.