La hipótesis del tomador de decisiones es una hipótesis que Simon construyó en una serie de artículos y libros sobre teoría de la toma de decisiones.
El supuesto del "tomador de decisiones" es analizar el comportamiento humano en un contexto organizacional específico, considerando plenamente las características fisiológicas y psicológicas humanas (principalmente capacidades de procesamiento de información). No hace eternas suposiciones a priori sobre el propósito de las actividades humanas y los medios correspondientes, sino que considera el propósito y los medios como variables que pueden ajustarse dentro de un cierto rango. Su atención no se centra en rastrear la cadena causal de la eficiencia individual, sino en la coordinación del comportamiento en la toma de decisiones racional en grupo. Comparado con el "hombre económico" y el "hombre social", la plenitud y la realidad de esta suposición de la naturaleza humana son obvias. La escuela de toma de decisiones de la teoría de la gestión desarrollada a partir de esto ha recibido, naturalmente, amplia atención. Al mismo tiempo, este supuesto está incluido implícita o explícitamente en las premisas institucionales: la escuela de contingencias, la escuela de procesos de gestión y la escuela de ciencias de la gestión, y se ha convertido en un supuesto relativamente reconocido de la naturaleza humana en la teoría de la gestión.
El surgimiento de la hipótesis del "tomador de decisiones" marca un cambio importante en la teoría de la gestión: de centrarse en mejorar la eficiencia a la toma de decisiones racional. La famosa proposición de Simon "La gestión es la toma de decisiones" es un resumen conciso de este giro. Este giro tiene un importante significado práctico y teórico.