En primer lugar, las recompensas materiales sólo pueden producir efectos positivos a corto plazo, pero no tienen una fuerza impulsora a largo plazo. Cuando se retiran las recompensas materiales, los niños pueden perder motivación e interés. Esto hace que el aprendizaje continuo sea más difícil de lograr en el futuro. Además, las recompensas y castigos materiales fortalecerán el deseo de los niños por el dinero y se convertirán en un caldo de cultivo potencial para cultivar el concepto de supremacía del dinero.
Por el contrario, fomentar los intereses internos y la curiosidad de los niños a través de la educación es una forma sostenible de crecer. Alentarlos a aprender nuevos conocimientos o desarrollar virtudes tradicionales y una educación multicultural generará interés y entusiasmo y estimulará su deseo de aprender de manera proactiva. En comparación con la estimulación externa, el interés y la curiosidad internos despiertan una sensación de logro y motivación más fuerte y duradera.
Además, es necesario comprender plenamente el entorno y el formato educativo en el que viven los estudiantes. De acuerdo con las particularidades de los estudiantes y las diferentes características de las diferentes materias, se adoptan métodos de aprendizaje y estrategias de enseñanza personalizados para cada estudiante para satisfacer plenamente sus intereses y necesidades. En el proceso de educar a los niños, debemos prestar atención a la comunicación emocional y empática, brindarles más aliento, apoyo y cuidado, y estimular la autoestima y la confianza en sí mismos de los niños.
En resumen, las recompensas materiales no pueden fortalecer continuamente el entusiasmo de los niños. Los métodos apropiados deberían prestar más atención a la motivación intrínseca y la resonancia emocional, y fomentar el interés y la curiosidad de los niños por el aprendizaje espontáneo.