1. Volvió un carnicero y se hacía tarde. De repente apareció un lobo y vio al carnicero cargando carne. Parecía babear y siguió al carnicero durante cinco o seis millas. El carnicero se asustó y amenazó al lobo con su cuchillo, por lo que el lobo retrocedió un poco.
2. El carnicero siguió avanzando, y el lobo lo siguió. Desesperado, el carnicero le arrojó un hueso al lobo. Después de que el lobo consiguió el hueso, lo masticó en pedazos y dejó de seguir al carnicero. Entonces, el carnicero se dio cuenta de que lo que el lobo quería era carne, así que bien podría colgarla en un árbol y esperar nuevamente a la mañana siguiente.
3. Entonces enganché la carne en el árbol con un gancho de hierro y luego le mostré la carga vacía al lobo, y el lobo se detuvo y se alejó. El carnicero regresó a casa y fue al lugar del ahorcamiento para recoger la carne a la mañana siguiente. Vi una cosa grande colgada de un árbol a lo lejos, como si hubiera una persona colgando. Me asusté mucho. En su ansiedad, se acercó con cautela y miró más de cerca. Resultó ser un lobo muerto.
4. Mirando hacia arriba con atención, vi que el lobo tenía carne en la boca y la piel de la carne estaba atravesada por el anzuelo. En ese momento, la piel de lobo era muy cara, valía más de diez taels de plata, y el carnicero obtenía una pequeña ganancia. Al igual que trepar a un árbol para buscar peces, es ridículo que un lobo se deje engañar por tal ilusión.
Inspiración en los tres principios de Wolfe
1. No seas codicioso: El lobo de la historia se sintió atraído por el olor de la carne y siguió al carnicero, mostrando un fuerte deseo codicioso. Esto nos hace comprender que la codicia es una de las razones importantes del fracaso y las dificultades. Si puedes controlar tus deseos y mantener una mente racional y clara, podrás evitar muchos problemas y pérdidas innecesarias.
2. No te dejes engañar por fenómenos superficiales: el carnicero se dio cuenta de que el lobo no quería carne, sino que quería atacar al carnicero arrebatándole la carne. Esto nos recuerda que en la vida real, a menudo nos confunden algunos fenómenos superficiales e ignoramos la esencia de las cosas. Debemos estar atentos, ver a través del fenómeno para ver la esencia y evitar dejarnos engañar por el espejismo superficial.
3. No abandones la lucha: En el cuento, el carnicero no se dejó intimidar por la amenaza del lobo, sino que optó por luchar contra el lobo. Esto nos dice que ante las dificultades y los desafíos, no debemos abandonar la lucha, sino afrontar los problemas con valentía y encontrar formas de resolverlos. Sólo mediante la lucha incansable podremos superar las dificultades y alcanzar nuestros objetivos.
4. No te fíes de tus enemigos: El lobo del cuento dejó de atacar al carnicero después de que este le arrojara un hueso. Sin embargo, el carnicero pronto se dio cuenta de que esto era sólo una ilusión y que el lobo solo estaba esperando la oportunidad de atacar nuevamente. Esto nos hace comprender que no debemos confiar fácilmente en el enemigo, sino que siempre debemos estar atentos para evitar ser utilizados por el enemigo.