Zhang Peixiang nació en un pueblo pobre de Hunan. Mientras los hijos de otras personas todavía disfrutan de su infancia, ella ya ha cargado con el peso de la vida. Su padre enfermo, su madre que padecía polio y una familia sin ingresos eran como montañas presionando frente a ella, lo que la hizo experimentar las dificultades de la vida desde muy temprana edad.
Sin embargo, todas estas dificultades no la vencieron. Intenta ayudar a su familia en todo lo que puede. Aunque éstos ocuparon la mayor parte de su tiempo de estudio, no afectaron su deseo de leer ni su mejora en sus logros. Su rendimiento académico siempre ha estado entre los mejores. Durante este período, estuvo a punto de abandonar la escuela dos veces. Fue el continuo apoyo académico de su tía y del director lo que le permitió completar con éxito sus estudios desde la escuela primaria hasta la secundaria.
Zhang Peixiang no decepcionó a nadie. Trabajó silenciosamente en un rincón que otros no podían ver e hizo esfuerzos inimaginables. En el verano de 1997, se envió por correo una carta de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pekín a la casa de Zhang Peixiang. Después de ingresar a la Universidad de Pekín, su literatura se exploró más a fondo y escribió sucesivamente obras muy populares, entre las cuales "A Tale of Red Mansions" y "Selling Rice" fueron las más populares, especialmente esta última. Muchas personas se sintieron conmovidas por un fuerte amor maternal después de leerlo y pensaron que esta obra podría ser seleccionada como libro de texto de la escuela primaria.
Cuando todo el mundo pensaba que Zhang Peixiang había pasado por las buenas y por las malas, el destino le jugó otra broma. En 2003, cuando estudiaba una maestría, le diagnosticaron leucemia. Sus compañeros de clase y familiares se solidarizaron con su difícil situación y donaron generosamente, con la esperanza de que superara la enfermedad lo antes posible. Sin embargo, incluso los mejores médicos son impotentes. La gente a su alrededor rompió a llorar cuando la mencionaron. Sin embargo, aceptó con calma este destino, lo que a su vez consoló a los demás. Siempre se ve optimista frente a los demás, al igual que cuando enfrentaba dificultades cuando era niña, usaba su sonrisa para resolver la tristeza y darse fuerza.
El 27 de agosto del mismo año, Zhang Peixiang falleció a la edad de 24 años. A excepción de una figura delgada, dejó la escuela y a sus amigos con una brillante sonrisa. Su situación tocó el corazón de muchos. La Universidad de Pekín celebró un funeral para ella en Babaoshan, y el famoso presentador de CCTV Sa Beining también fue a expresar sus condolencias.
La corta vida de Zhang Peixiang hizo a las personas más fuertes, optimistas, positivas e inflexibles ante la amenaza del destino. Quizás este sea su último regalo para todos.