Existen diferencias fundamentales entre la inteligencia artificial y el pensamiento humano. Las máquinas por sí mismas no pueden pensar, y mucho menos ser más inteligentes que los humanos.
La inteligencia artificial y la conciencia humana son fundamentalmente diferentes en origen y base material. La conciencia humana es una sustancia altamente organizada: las funciones y propiedades del cerebro (su complejidad va mucho más allá de lo que se puede entender hoy), y la base de la inteligencia artificial es un sistema material mecánico compuesto de componentes electrónicos. Por lo tanto, el proceso de pensamiento humano y el proceso de "pensamiento" de la computadora pertenecen a dos procesos de movimiento completamente diferentes. Aunque el movimiento de la conciencia va acompañado de cambios físicos y químicos en el cerebro, también existen procesos fisiológicos y psicológicos más complejos, y el "pensamiento" de una máquina es sólo un proceso puramente material. Cuando está "pensando" no hay ninguna experiencia mental subjetiva. Cuando las personas piensan, son subjetivamente conscientes de su propio pensamiento, así como del contenido y el proceso del pensamiento. Sin embargo, el "pensamiento" de una computadora no tiene ninguna conciencia subjetiva de sí mismo. Uno son los procesos mentales que ocurren dentro de un organismo vivo, el otro es el rígido movimiento mecánico de la materia.
El cerebro y la conciencia humanos no son sólo producto de una evolución biológica a largo plazo, sino también de movimientos sociales. La conciencia es siempre la conciencia de la sociedad y las computadoras son simplemente máquinas hechas por humanos. Les resulta imposible vivir una vida social y participar en una amplia gama de prácticas sociales como los seres humanos, y son irremplazables.