Cultivo con amor y educación con corazón.

Recuerdo que cuando era niño, si no podía escribirlo bien, mis padres lo rompían y me pedían que lo reescribiera. Cuando postergaba mi tarea, me llamaban persona perezosa y toda mi educación infantil la pasé en castigo. Ahora es el turno de mi hijo. No continué con sus métodos de disciplina, ni los castigué como lo hacen la mayoría de los padres. Lo sentí profundamente, así que dupliqué el pago, llevé a los niños a comer más bocadillos, compré más juguetes y cumplí más deseos innecesarios para compensar mi confesión. ¿Es esto amor? De hecho, esto es arrogancia. Incluso si funciona para disciplinar a un niño, es sólo temporal. Entonces, ¿cómo disciplino a mis hijos?

1. Cuando un niño se siente incómodo, exprésele la comprensión de sus sentimientos por parte de los padres. Por ejemplo, si un niño se cae y se golpea, los padres habitualmente dirán que no le duele y se pondrán de pie. Cada vez que lo escucho, grito en mi corazón, si no te duele, intenta tirarlo. Las caídas son obviamente dolorosas. En ese momento sentí que debía analizar con el niño por qué se cayó, si caminaba rápido o corría rápido, para que la próxima vez intentara ir más lento y no caerse. Un niño se sentirá reconfortado cuando sepa que sus padres sienten lo mismo.

2. Decir a los niños cómo se sienten nuestros padres. Cuando los padres comprenden a sus hijos, están más dispuestos a escucharlos.

3.Deja que los niños intenten resolver algunos problemas, es decir, después de que surjan los problemas, para evitarlos en el futuro, ¿qué te parece? Por ejemplo, cada vez que voy en coche y digo que me apresure, mis hijos dirán que no puedo ir tan rápido o me caeré. Si se trata de un problema complejo, el niño no lo solucionará solo. Si no hay ideas, los padres también pueden hacer algunas sugerencias hasta llegar a un consenso.

Siempre he creído que la educación es inseparable del castigo y la severidad. Sin embargo, sólo a través de los libros sabemos que la educación más perfecta debe ser el amor y la comprensión. Este proceso requiere más paciencia y cuidado por parte de los padres para poder solucionar más eficazmente los problemas de crecimiento de sus hijos.

? Cultivar con amor y educar con corazón.