Cuando te laves las manos, remójalas completamente con agua y frótalas suavemente con sal. Esto hará que tus manos queden finas y suaves. Después de lavarlas, no las seques demasiado con una toalla. Cuando la humedad de tu piel aún esté húmeda, aplica crema de manos
Aplícate crema de manos antes de acostarte todas las noches y el efecto será muy evidente cuando te despiertes al día siguiente