En segundo lugar, corregir los malos hábitos de vida y exigir a los pacientes que sigan estrictamente las reglas y métodos de vida científicos para mantener la salud.
En tercer lugar, reducir la presión psicológica de los familiares, porque el sujeto del cuidado de los pacientes es la familia del paciente, y los hospitales, médicos y enfermeras sólo desempeñan un papel de orientación y primeros auxilios. La recuperación del paciente depende en gran medida de la confianza en sí mismo (también de uno mismo, pero también del entorno y de las personas que lo rodean).
4. Orientar a los pacientes para que realicen algún tratamiento de rehabilitación y entrenamiento.
5. Orientar a los pacientes para que se sometan a exámenes físicos periódicos y participen en actividades y trabajos útiles.