Aunque el lenguaje tiene vocabulario y análisis gramatical, no es una ciencia sino un arte. También es la tecnología más difícil de dominar para las máquinas.
Imagínate que existen infinidad de palabras que expresan el mismo significado. Una misma palabra puede significar significados completamente opuestos dependiendo del orden de las palabras y del tono del hablante. Programar un traductor inteligente con criterio lógico es un desafío incompetente.