La química orgánica, también conocida como química de compuestos de carbono, es una rama muy importante de la química que estudia la composición, estructura, propiedades, métodos de preparación y aplicaciones de los compuestos orgánicos. Los compuestos que contienen carbono se denominan compuestos orgánicos porque los químicos solían creer que dichas sustancias debían ser producidas por seres vivos.
En 1828, el químico alemán Friedrich Weller sintetizó con éxito por primera vez urea (una biomolécula) en el laboratorio. Desde entonces, la química orgánica rompió con la definición tradicional y se expandió a la química de los hidrocarburos y sus derivados. Debido a la mejora y el desarrollo de los métodos sintéticos, cada vez se sintetizan más compuestos orgánicos en el laboratorio, pero el término "química orgánica" se ha mantenido en uso hasta el día de hoy.
Métodos de investigación de la química orgánica;
El desarrollo de los métodos de investigación de la química orgánica ha pasado por un proceso que va desde las operaciones manuales hasta la automatización y la informatización, desde cantidades constantes hasta cantidades ultratraza. Antes de la década de 1940, los productos se purificaban mediante destilación, cristalización y sublimación tradicionales, y sus estructuras se determinaban mediante degradación química y preparación de derivados. También se han logrado algunos avances en la investigación sobre el uso de computadoras electrónicas para diseñar rutas sintéticas.
La investigación adicional y la utilización efectiva de la fotosíntesis es un tema común en fisiología vegetal, bioquímica y química orgánica. La química orgánica puede producir compuestos orgánicos de alta energía mediante reacciones fotoquímicas y almacenarlos si es necesario, utilizar sus reacciones inversas para liberar energía; Otro objetivo del desarrollo de recursos es fijar dióxido de carbono con la acción de compuestos organometálicos, produciendo un sinfín de compuestos orgánicos.