El sueño eventualmente llegará a Japón.

El poder de la juventud no es el poder del tiempo, sino el poder de los sueños. No hay juventud aburrida, sólo años corriendo. La juventud debe estar llena de pasión, valiente y perseverante. Con la terquedad de la juventud, joven y valiente.

Al vivir en el mundo, emprendemos el viaje con la sangre de la juventud. Nuestra juventud continúa. No importa cuántas espinas tengamos, correremos hacia adelante con la llama de la fe y cruzaremos el precipicio. Incluso si llueve y nieva todo el tiempo, nuestros sueños persistirán. Incluso si corres en la noche más oscura, debes tener la sangre más caliente. Con tesón e ilusión avanzaremos con valentía hacia nuestros sueños.

Dondequiera que se puedan medir pasos, eventualmente se alcanzarán los sueños. Vivamos en una época próspera con la luz de la fe y el coraje de trascender constantemente y de la autorrevolución. Cuando estemos a la altura de nuestra edad próspera, nuestra juventud estará a la altura de nuestras expectativas y amor.