Cuenta la leyenda que durante la era Huangdi, un hombre llamado Du Kang era el responsable de gestionar el grano. En aquella época, con el desarrollo de la agricultura, se obtenía una excelente cosecha de alimentos cada año. Pero había demasiada comida para comer, por lo que sólo se podía almacenar en una cueva, que estaba oscura y húmeda. Con el tiempo, toda la comida se pudrió. Mientras Du Kang hablaba, empezó a pensar mucho en formas de almacenar alimentos.
Ese día, Du Kang salió a caminar por el bosque y encontró varios árboles muertos, dejando solo troncos gruesos y vacíos. Du Kang tuvo una idea y vertió toda la comida en el baúl seco. Después de un tiempo, Du Kang vino al bosque para comprobar la veta. Se sorprendió al encontrar algunos jabalíes, cabras y conejos tirados inmóviles frente a los árboles muertos donde se almacenaba la comida, como si estuvieran muertos. Rápidamente se acercó para ver qué estaba pasando: la caja que contenía el grano se había agrietado varias veces y el agua goteaba de adentro hacia afuera. Parecía como si los animales lamieran el agua y luego se tumbaran. ¿Pero qué clase de agua es ésta? Du Kang se inclinó y lo olió, sólo para sentir una leve fragancia en su rostro. No pudo evitar tomar unos sorbos de este fuerte perfume y se sintió renovado. Más tarde, Du Kang se llevó el agua de sabor fuerte a casa e invitó a todos a probarla. Todos dieron un mordisco y yo di un mordisco y dije que estaba delicioso. De esta manera, el vino se difundió gradualmente entre la gente y Du Kang también fue honrado como el "Dios del vino".