Primero, hablemos de registrarse para las clases. Cabe decir que la tendencia actual sigue siendo inscribirse a clases. La mentalidad de la mayoría de la gente es "si otros se inscriben, yo me quedaré atrás". Se gastan miles o incluso decenas de miles de dólares en formación. La frecuencia de aparición de varios nombres se ha disparado y mucha gente todavía los compra. No hace falta decir que la mayoría de la gente no entiende las entrevistas para funcionarios públicos. Tomar clases es una excelente manera de lograr el éxito rápidamente. Pero el propósito de inscribirse en la clase es mejorar sus habilidades para las entrevistas. Por supuesto, hasta qué punto una clase de entrevista puede mejorar el propio nivel varía de persona a persona. Hay muchos expertos que obtienen muy buenos puntajes en las pruebas escritas, pero sus habilidades de expresión lingüística son débiles. Es dudoso que se puedan lograr mejoras sustanciales mediante una formación de corta duración. Más importante aún, los precios de muchas clases están inflados y el nivel de formación de los profesores varía. Muchos recién graduados tienen que encontrar formas de inscribirse en clases debido a los recursos financieros limitados, lo que genera una gran presión.
Hablemos de autoestudio. Después de todo, las entrevistas son diferentes a las pruebas escritas. Sólo a través del combate real podemos tener una mejor evaluación de nuestro propio estado y nivel. La razón por la que las entrevistas son tan populares es que proporcionan un entorno más simulado al que los candidatos pueden adaptarse. Por tanto, los estudiantes con presupuesto limitado o buena calidad psicológica no necesitan seguir ciegamente la tendencia. Ahora pueden encontrar fácilmente los cuestionarios del año pasado para practicar. Cuando están solos, también pueden expresar sus pensamientos frente al espejo. Si lo practican repetidamente, el efecto también es muy bueno.
En definitiva, cada uno puede decidir si desea inscribirse en clases en función de su situación real.