1. La silvicultura está más comprometida con la protección y restauración de los ecosistemas forestales y el mantenimiento del equilibrio y la estabilidad del entorno natural.
2. La silvicultura utiliza los recursos forestales de forma más racional que la agricultura inteligente, garantizando el desarrollo sostenible de los bosques y proporcionando recursos irremplazables como madera, materiales medicinales y oxígeno.