La ventaja de la enseñanza dirigida es mejorar el interés y la iniciativa de los estudiantes en el aprendizaje. La enseñanza dirigida enfatiza prestar atención a los detalles específicos de los objetivos de aprendizaje, lo que permite a los estudiantes tener más claridad sobre su propia dirección y objetivos en el aprendizaje, aumentando así su motivación y pasión por aprender. Los profesores pueden proporcionar a los estudiantes procesos de aprendizaje más prácticos y retroalimentación a través de una planificación razonable de los planes de lecciones, fortalecer el entusiasmo y la autonomía de aprendizaje de los estudiantes y ayudarlos a dominar mejor los métodos y habilidades de aprendizaje.
En la práctica, para implementar una enseñanza dirigida, primero debemos centrarnos en la autonomía y la iniciativa de los estudiantes, permitiéndoles pensar de forma independiente y participar en el proceso de enseñanza. En segundo lugar, los profesores deben hacer pleno uso de diversos recursos didácticos, formular planes de enseñanza científicos y estandarizados de acuerdo con las necesidades de los diferentes estudiantes y el contenido del curso, y crear un buen ambiente y atmósfera de enseñanza. Finalmente, los maestros deben prestar atención a la atención y orientación individualizadas de los estudiantes, brindar comentarios activos sobre las fortalezas y debilidades de los estudiantes y ayudarlos a establecer metas de aprendizaje y dominar habilidades de aprendizaje para lograr objetivos educativos específicos.