Educados o no educados

En la educación no se permiten golpes ni regaños (1). No estés de mal humor, calmémonos.

Los niños necesitan tiempo para revisar. Los padres deben decirles a sus hijos que su comportamiento es incorrecto y dejar que los niños resuelvan el resto. Esto es mejor que hablar demasiado o señalar con el dedo.

Controla tu propia irracionalidad y no pierdas los estribos con tus hijos a tu antojo. Incluso sin decir una palabra, puede tener un efecto educativo muy bueno.

El enfado suele provocar que los niños tengan una mentalidad rebelde. Razonar con los niños de forma racional y concienzuda para que los niños puedan escuchar sus propias voces.

(2) Utilice un lenguaje tranquilo para decirle al niño lo que hizo mal.

Si un niño no tiene intención de corregirse después de cometer un error, puede ser que realmente no sepa en qué se equivocó. Después de todo, el niño aún es pequeño. Por ejemplo, algunos niños se emocionan especialmente por la noche, corren de un lado a otro o gritan en la habitación.

Los padres deben decirles a sus hijos que si sus vecinos se duermen, perturbarán su sueño y provocarán conflictos entre vecinos. Es más, perturbará a la gente y violará la ley. Enseña a tus hijos en serio. Los padres deben dar el ejemplo y aceptar el castigo en nombre de sus hijos, permitiéndoles admitir con calma que han cometido errores.

(3) No importa qué tipo de método educativo utilice, no exponga las cicatrices anteriores del niño.

Los padres deben discutir el asunto caso por caso y no siempre deben hablar de las cicatrices anteriores de sus hijos. Esto solo aumentará la resistencia y la presión del niño y no será beneficioso para los estudios ni la vida diaria futuros del niño. El método de enseñanza que revela cicatrices estimulará la autoestima del niño y lo hará infeliz.

(4) Prestar especial atención a los métodos y ocasiones educativos y "proteger" la dignidad de los niños en el exterior.

Hay muchas formas de educar a los niños, y la educación sobre golpes y regaños es la última opción, especialmente golpear y regañar en público. No importa dónde esté el error, es más fácil lograr que los niños estén de acuerdo eligiendo métodos apropiados para responsabilizarlos por su comportamiento incorrecto que enseñándoles o interrogándolos en lugares públicos.

Para los padres, educar a sus hijos es toda una vida de aprendizaje. Entiende sus sentimientos, identifícate con ellos, enséñales y déjales crecer en un ambiente armonioso. Sólo si se mantienen alejados de la educación basada en golpes y regaños, los niños podrán ser más felices y desarrollar un carácter excelente. Cuando un niño comete un error, en cierto sentido, también es un proceso de sufrimiento para el niño y también es un intento valioso para que el niño crezca. Los padres deben educar a sus hijos para hacerles saber qué está mal y cuál es la mejor manera de hacerlo. ¡Deben creer que sus hijos mejorarán cada vez más! No se permiten golpes ni regaños en la educación.