Creo que todos tenemos un poquito de talento, pero cuando no tenemos ganas de actuar para los demás, no tenemos por qué hacerlo. Todo el mundo tiene un mínimo de libertad y elección, por lo que actuar al final depende de nuestros propios deseos.
Una vez tuve una estudiante de último año que era muy buena cantante, pero siempre era lo más destacado de cada evento escolar. Ella es muy poderosa y canta maravillosamente. Aunque tiene mucho talento, no va a todos los eventos y no es el tipo de persona que quiere actuar para otros debido a su talento. Tiene sus propias opiniones y principios y siempre actúa para los demás en su tiempo personal. Eso no significa que tenga que actuar para otros porque tenga talento.
Creo desde el fondo de mi corazón que tener talento es una cosa, pero actuar para los demás es otra. Cuando actúo, estoy perdiendo mi propio tiempo y energía, no el de los demás, por lo que, en última instancia, si actúo o no depende enteramente de mi propia opinión.
Cuando tenemos talento, significa que estamos calificados para expresarnos. Esto sólo puede demostrar que somos capaces, pero no significa que las personas con talento deban realizar sus talentos.
Tenemos derecho a elegir si actuar o no, y también tenemos esta libertad. Tenemos el derecho final de interpretación. Por lo tanto, cuando tenemos talento, también debemos mirar el tiempo y la energía, en lugar de actuar únicamente en base al talento.