La educación no se trata sólo de impartir conocimientos, sino también de encender el fuego del alma e inspirar infinitas posibilidades.
La verdadera educación es la autoeducación, que despierta la fuerza interior y permite a las personas seguir creciendo.
La mayor misión de los educadores es guiar a los estudiantes a descubrir sus intereses y pasiones y estimular su deseo de explorar activamente.
La educación es para cultivar una persona completa, no sólo para perseguir altas puntuaciones y logros. Se trata de carácter, emoción, pensamiento y creatividad.
La educación es un diálogo, un proceso de escucha y aprendizaje mutuos, y un camino de crecimiento mutuo entre profesores y alumnos.
Céntrese en las características, amplíe la personalidad, aproveche al máximo las fortalezas y cultive de manera integral.
Ama la vida como a ti mismo, enseña la vida como a tu hijo y trata la vida como a tu amiga.
El amor es como un niño, y los estudiantes son mi vida. Sólo entregando todo mi amor a los estudiantes puedo abrir las ventanas de sus corazones.
El amor a veces es más valioso que el conocimiento y las habilidades.
El elogio y el estímulo son las mejores formas de estimular el potencial de los estudiantes.