La majestuosa marcha resonó en el amplio patio de recreo con el suave viento otoñal, y comenzó el encuentro deportivo escolar. Innumerables gritos iban y venían, el estadio estaba lleno de gente y el ambiente era extremadamente cálido. Como deportista, todavía siento mucha presión por dentro. Frente a oponentes fuertes y las expectativas de compañeros y profesores, ¿podré lograr buenos resultados? Finalmente, creo firmemente en mi corazón: no importa cuál sea el resultado, haré lo mejor que pueda.
El concurso en el que estoy participando finalmente está por comenzar. Me agaché en el punto de partida, lleno de pasión y espíritu de lucha. Con el "boom" de un disparo, salí disparado como una flecha, con sólo el silbido del viento en mis oídos. Después de correr unos 100 metros, me sentí débil y mi velocidad disminuyó. Un oponente pasa velozmente a mi lado. En ese momento, escuché una voz familiar: "¡Li Rong, vamos!" ! "Por extraño que parezca, en ese momento sentí como si hubiera inyectado energía en mi cuerpo y mis extremidades tenían una fuerza inagotable. No podía rendirme, no podía defraudar a mis compañeros y profesores, luché, luché! Al final gané el primer premio. Llegué a la meta con una puntuación de primer lugar.
Gracias a mis compañeros es su aliento lo que me mantiene adelante. Tengo una fuerza infinita. Es su aliento lo que me hace sentir el espíritu colectivo. Nunca olvidaré "Abuela Zhou, ¡vamos!" "¡Me inspirará a seguir siempre adelante!
Recordando el último momento
La última prueba de la competición es el relevo de 4×100 metros. Después de un día de duro trabajo, solo estamos detrás de la Clase 3 (2) tiene 3 puntos. Si quieres ganar la puntuación general, debes ganar esta carrera de relevos. El honor de la clase depende de esta batalla. , varios atletas lo discutimos seriamente, elaboré el mejor plan. Corrí el cuarto, que fue el clave, antes de que comenzara el juego, practicamos repetidamente para asegurarnos de que todo fuera perfecto. Los tres estudiantes al frente eran como cohetes encendidos. Mientras salía disparado, mi corazón latía con fuerza. No pienses mucho, el palo ya estaba en mi mano, corrí y corrí, Dios nos falló, ganamos el primer lugar y nos rompimos. el récord escolar que se mantuvo durante muchos años , puso un final perfecto a esta competencia
La brisa de la tarde sopla y me queda el recuerdo
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