1. Descubre el problema: primero, debes averiguar el motivo por el que lo hiciste. No te fue bien en el examen. ¿Es por falta de vocabulario? ¿No entiendes la gramática lo suficientemente bien? ¿Mala comprensión lectora? ¿Aún tienes dificultades con la comprensión auditiva? Al analizar sus propias debilidades, podrá revisarlas de manera más específica.
2. Haz un plan de estudio: Haz un plan de estudio detallado basado en tus propias debilidades. Por ejemplo, si su vocabulario es insuficiente, puede aprender una cierta cantidad de palabras nuevas todos los días; si su comprensión de la gramática no es lo suficientemente profunda, puede dedicar tiempo a aprender y practicar la gramática.
3. Práctica deliberada: Además de aprender nuevos conocimientos, también necesitas mucha práctica deliberada. Esto incluye realizar exámenes de práctica, tomar cursos en línea y encontrar compañeros de idiomas con quienes practicar. La práctica deliberada puede ayudarte a dominar y aplicar mejor lo que aprendes.
4. Busca ayuda profesional: Si descubres que no puedes solucionar el problema por tu cuenta, puedes buscar ayuda profesional. Por ejemplo, puedes buscar un profesor de japonés o tomar una clase de formación en japonés. Pueden brindarte orientación profesional y comentarios para ayudarte a mejorar tu japonés.
5. Ajusta tu mentalidad: Por último, necesitas ajustar tu mentalidad. La prueba no es el único criterio para medir tu dominio del japonés, ni debería ser tu único objetivo al aprender japonés. Deberías disfrutar aprendiendo japonés, no sólo para el examen.
En general, al identificar el problema, hacer un plan de estudio, practicar deliberadamente, buscar ayuda profesional y ajustar tu mentalidad, deberías poder mejorar tu nivel de japonés y eventualmente aprobar el examen N2.