En opinión de Dewey, la educación es un proceso de la vida presente de los niños, más que una preparación para su vida futura. La mejor educación es "aprender de la vida" y "aprender de la experiencia". Por tanto, el propósito de la educación reside en el proceso de educación, y la educación no tiene otro propósito que el de sí misma.
El mayor desperdicio de la escuela es que el estudiante no puede utilizar plenamente la experiencia que ha adquirido fuera de la escuela; al mismo tiempo, no puede aplicar lo que ha aprendido en la escuela a su vida diaria. Hace que los niños carezcan de la capacidad de vivir la vida real, se vuelvan "obedientes, obedientes y cuidadosos" y pierdan su espíritu innovador y su sentido de responsabilidad.
El propósito de la propuesta de Dewey de "la educación es vida" es cambiar las deficiencias de la educación tradicional que concede demasiada importancia a la enseñanza de conocimientos previos y descuida la participación de los niños en la práctica social.
¿Pero cómo hacerlo?
Él creía que el proceso de enseñanza se dividía en cinco pasos. Primero, el maestro proporciona a los niños una escena relacionada con la experiencia de la vida social actual; segundo, los niños están preparados para lidiar con los problemas que surgen en la situación; tercero, se les permite pensar y formular hipótesis para resolver el problema; cuarto, los niños se organizan y se organizan para resolver los supuestos sobre el problema; quinto, los niños prueban estos supuestos mediante aplicaciones. Este proceso de enseñanza son los famosos "Cinco Pasos de la Enseñanza" en la historia de la educación.