(1) Educación es crecimiento. Dewey creía que el desarrollo psicológico de los niños es básicamente un proceso de desarrollo y crecimiento continuo de funciones naturales como la emoción, el impulso y la sabiduría con el instinto como núcleo. El propósito de la educación es promover el crecimiento de este instinto. Sobre esta base, Dewey propuso el famoso principio educativo "centrado en el niño". Dewey criticó la educación tradicional por ignorar los instintos y tendencias internos de los niños y obligarlos a aprender de las experiencias externas de los adultos. La educación se ha convertido en una "presión externa". Planteó claramente la idea de poner a los niños como centro de la educación.
(2) La educación es vida. Dewey partió de la perspectiva de que educación es crecimiento, y de la relación entre educación y vida social propuso que la esencia de la educación es vida. Según Dewey, la existencia de todas las cosas es causada por la interacción entre los seres humanos y el medio ambiente. Las personas no pueden separarse de su entorno y las escuelas no pueden separarse de la vida que tienen ante sí. Por tanto, la educación es la vida misma, no la preparación para la vida futura. Según "la educación es vida", Dewey propuso un principio educativo básico: la escuela es sociedad.
(3) La educación es la transformación continua de la experiencia. La experiencia es el concepto central de la filosofía pragmatista y del sistema educativo pragmatista de Dewey. Él cree que la educación es un proceso continuo desde la experiencia conocida hasta la experiencia desconocida. Este proceso no tiene como objetivo enseñar a los niños el conocimiento científico existente, sino permitir que los niños aumenten continuamente su experiencia en las actividades. La adquisición de experiencia no puede separarse de las actividades personales de los niños, por lo que Dewey propuso otro principio básico de la educación: "aprender haciendo", que creía que era el principio central de la enseñanza.