Muchas líneas de "No soy el Dios de la medicina" pueden parecer normales, pero en realidad son muy conmovedoras.
En la película, Lao Lu decidió suicidarse porque su condición empeoraba y no quería hacer daño a su familia. Afortunadamente, fue salvado y enviado al hospital. Cheng Yong fue al hospital para visitar a Lao Lu y los dos sonrieron y conversaron. De hecho, Cheng Yong ya tenía sentimientos encontrados en su corazón.
Al ver que Cheng Yong vino a verlo especialmente, dijo: "Come una naranja". Estas pocas palabras tocaron las lágrimas de la gente. Comer naranjas es un símbolo especial de esta película y una manifestación del anhelo de Lao Lu por una vida mejor.