La evolución de los canguros arbóreos

Se cree que los canguros arbóreos evolucionaron a partir de ancestros similares a los canguros y a los canguros actuales, y aún conservan algunas de las adaptaciones de los canguros que habitan en las llanuras, como patas traseras grandes y patas estrechas. Los canguros arbóreos desarrollan una cola larga para equilibrar su cuerpo y extremidades anteriores fuertes para trepar a los árboles. Los pies son un poco más cortos y anchos, las garras son largas y las plantas son elásticas, todas aptas para agarrar árboles.

Se cree que los antepasados ​​de todos los canguros fueron pequeños marsupiales arbóreos, como algunas zarigüeyas americanas actuales. Desde que estos ancestros llegaron a la tierra y comenzaron a desarrollar cuerpos adecuados para actividades frecuentes en la tierra, se ramificaron en la primera familia de canguros. Se desconoce por qué los ancestros del canguro regresaron a los árboles, pero se cree que se debe a la falta de espacios abiertos.

El canguro se mueve lenta y torpemente por el suelo. Se mueven con pasos y saltos torpes, inclinándose hacia adelante para equilibrar sus pesadas colas. Pero cuando regresan al árbol, son muy ágiles. Utilizan sus extremidades anteriores para sostener los troncos de los árboles y sus poderosas patas traseras para trepar a los árboles. Son expertos en saltos, capaces de saltar más de 9 metros y saltar desde árboles de 18 metros de altura hasta el suelo.