2. Prepara un paquete de álcali comestible.
3. Poner las hojas en la caldera.
4. Espolvorea álcali comestible sobre la superficie de las hojas.
5. Añade agua hasta cubrir las hojas y tapa la olla, lleva a ebullición a fuego alto y cocina a fuego lento.
6. Cuando el agua de la olla se oscurezca, abre la tapa.
7. Saca las hojas y cepillalas con un cepillo suave.
8. Cepilla las hojas y las venas y déjalas secar.
9. Se crea el marcador.