La luz de la luna brilla en mi rostro y mi corazón late con fuerza. Mi cara estaba sonrojada, deseando ver a mi amada y admirar la luna conmigo. Una brisa, un estallido de melancolía. De repente, mis ojos se iluminaron. Caminabas hacia mí con tu cabello suelto y tu falda blanca bailando. Abro mis brazos para abrazar e interpretar mi misterio. Por un momento, el tiempo pareció haberse detenido, pero había un punto luminoso a pesar de la falta de viento. Sólo dos corazones latían con fuerza, dando la bienvenida al amanecer de la mañana.
Oraciones en prosa de sombras
Cada vez que pienso en ti, mi corazón da un vuelco. Miré la luna y era tan misteriosa. Está plagado de estrellas y se extiende a lo largo de la Vía Láctea. Dializa la luna, elegante como un hada sosteniendo un conejo de jade y columpiándose a la sombra de un árbol. En el silencio, la brisa soplaba sobre mi rostro; escuché vagamente hermosos cantos, qué noche tan silenciosa. Sí, este anhelo se viene gestando desde hace mucho tiempo y espero que ella pueda acudir a mí.