En segundo lugar, aprendí que el examen de acceso al posgrado presta más atención a la autonomía y la autodisciplina. En el nivel universitario, los profesores nos organizarán cursos y tareas, pero en el nivel de posgrado, debemos hacer nuestros propios planes de estudio, organizar nuestro tiempo de manera razonable y motivarnos. Esto impone mayores exigencias a mis capacidades de gestión del tiempo y de autogestión.
Además, también descubrí que los intercambios académicos y la cooperación a nivel de posgrado son más frecuentes. A nivel de pregrado, solo podemos participar en algunas discusiones en clase y proyectos grupales, mientras que a nivel de posgrado participamos en diversas conferencias académicas, seminarios y presentaciones de laboratorio. Estas actividades no solo nos ayudan a ampliar nuestros horizontes y comprender las últimas tendencias de investigación, sino que también mejoran nuestras capacidades de comunicación y cooperación.
Finalmente me di cuenta de que la presión de estudiar a nivel de posgrado es muy alta. Debido a la necesidad de realizar una tesis de maestría o tesis doctoral, es necesario realizar una gran cantidad de trabajo de investigación en un corto período de tiempo. Esto desafía nuestra resistencia mental y nuestra capacidad para soportar el estrés. Por lo tanto, aprender a ajustar su mentalidad y mantener un buen estado mental es crucial para completar con éxito sus estudios de posgrado.